Crónicas/Relatos

 Contestaciones a las violencias contra las mujeres: Cyborgs, performances y fanzines


Por: Ms. Yonqui
Edición final: Laura Rico P.


La política de la experiencia, la filosofía punk del hazlo tu misma, el ciberfeminismo y el perfomance permiten a cientos de mujeres contestar a las violencias a partir de la experiencia feminista del cuerpo y la elección de las identidades y soportes para contarse. El feminismo se hace cuerpo, papel, blog, performance, canción, noche, palabra, calle, grafiti y creación de gramáticas que proponen un orden simbólico a partir de la libertad y no de la sumisión.

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Trágica y Blasfema ((Performance))


http://tragicaiblasfema.co.cc


Performance Feminista





Publicaciones Feministas







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RELATOS Y MEMORIAS DIGITALES LIBRES DEL LADYFEST 01/BOGOTÁ/2008

 Por: Ms. Yonqui
Edición: Benusina Chichisera

Confesiones de una Cyborg 

Una noche Donna Haraway susurró a mi oído. Primero bajito, después con un grito valiente que estremeció mis papilas gustativas... Entonces me convertí en Cyborg.

Abrazaba por primera vez el feminismo sin miedo a transmutar en rana expulsada para siempre del cálido planeta de las complacencias.


Cyborg. Interpretado y re escrito por el ciberfeminismo.

Cuerpo digital.
Cuerpo ficcionado que altera el orden simbólico de la redActivismo.
Estética, política, poética y pensamiento de las mujeres en los miles de circuitos que componen la red.
Nuevos relatos digitales, figuraciones, formas alternativas de subjetividad femenina. Experimentación y seducción.

Prefiero ser un cyborg que una diosa.

Es el conjuro de la Haraway contra el esencialismo que delimita muy bien las cualidades de las mujeres- natura.


¿De dónde vienen todas esas voces?

En mi universo cyborg ellxs son lxs chamanxs del ruído, el activismo feminista y el net art: Kurokety, Artate de Arte, El Frente Eléctrico Mexicano, Leda, las chicas de Ruido Vaginal y las rolas Riots y fanzineras. Si estos motines feministas ardían en las esquinas del ciberespacio y de mi piel ¿qué pasaba con las voces que escapaban libremente de los circuitos del mercado y llegaban hasta mi PC por un cablecito azul de patas rotas?

La música es la pista primordial de las grandes subversiones.

Riot: disturbio, motín, piquete, intifada, revuelta, y una Grrrl con muchas rrr para morder y gritar.

Voces de mujeres que te enjabonan la piel y empujan sin piedad para que deslices por el suelo de sus rabias, denuncias, amores, relatos, intuiciones.

¿De dónde vienen todas esas voces? ¿De un mundo inventado en los suburbios de Washingntong DC, sin tiempo, historia oficial ni cubrimiento de medios? ¿De un Girl Day arrebatado en agosto de 1991 a la International Underground Pop Convention? ¿Del doityourself, del punk, de la indignación, de nuevas técnicas de intervención críticas, baratas y autónomas? ¿De cuerpos que sudan otras prácticas discursivas, artísticas y audiovisuales, que proponen nuevos modos de representación de los géneros y la sexualidad1? ¿De un movimiento musical y político feminista bautizado como contrapropuesta al autoritarismo del capitalismo y el patriarcado2?

Tal vez movidas por el eco de fantasía de las feministas italianas que hablaron de la mediación femenina y la posibilidad de ponerse en relación con otra mujer para realizar el propio deseo del mundo3, las riot grrrls creyeron en el apoyo propio, compartieron giras, crearon sellos discográficos y una habitación propia insonorizada contra los ruidos del poder patriarcal que flotan en la escena alternativa: el Ladyfest. Un festival global autónomo para celebrar el talento artístico, político y organizativo de las mujeres.

Las voces no estaban lejos.


Itinerario de viaje

Siendo Cyborg de nombre Ms. Yonqui encontré a las Riots Grrrls de Bogotá. Sus letras amorosas movilizaron todas las células de mi cuerpo. Ocurrió en el momento justo. En los puertos libres de una capital roída por el tráfico y el ruido se conspiraba el primer Ladyfest y un grupo de caleñas decidimos emprender un viaje que devino en experiencias organizativas y autoconciencia feminista, revolucionando nuestras historias colectivas y subjetividades.

Un email. Dos emails. Cien emails. Reuniones en Banderas, San Antonio, espacios estudiantiles feministas, esquinas y rincones propios. Parques con hojas deslizándose de los árboles a las 5pm. Un bareto. Dos baretos. Mil peches. Workshops: talleres colectivos para preparar las intervenciones que activaron vivencias alrededor de la autoridad feminista, el poder, la sororidad y el affidamentto. El vertiginoso camino de la autogestión: Cinematria, un cineclub feminista fundado el 30 de julio de 2008 en el Teatro La Máscara con el pretexto de recoger fondos para el viaje, que pervive hasta hoy. Una fiesta el 19 de julio en la casa de las mujeres de Cáncer con música Riot y el show de las “Medias rotas”, “La Mosca muerta”, “La Gata”, “Emancipazión”, “Horrorosito” y las chichiseras stencileras.

Una noche de agosto viajamos a Bogotá en un bus alquilado por Univalle, gestionado arduamente con el apoyo del Centro de Estudios de Género, el Departamento de Historia y Sintraunicol. A la mañana siguiente nos deslizábamos por el Centro Cultural El Salmón, un escenario alternativo que fractura el orden de la política y la ciudad. Esto fue lo que pasó:


MEMORIAS DIGITALES...4

De la conspiración

Colectivo ReXiste+ Riot+Otravox zine/ Bogotá

El Ladyfest se conspiró por siete mujeres y un hombre que hacían parte del Colectivo Riot Seccional Bogotá, que nacía por esa época y hoy confluye en el Colectivo Rexiste Riot Grrrl. Su epicentro: Bogotá. Pero se conspiró en todas partes del país y lo cocinamos entre todas las personas que apoyaron y ayudaron a organizarlo. Pasó de ser un evento de adentro, de aquí, a un evento de adentro y de afuera, del aquí y el allá.

Knde+RioT/ReXiste/RevueltaFeministaZine

El primer Ladyfest Bogotá nace del deseo de unir diferentes tipos de lenguajes en torno a un proyecto político feminista. Nace como iniciativa de un grupo de jóvenes que quieren que la juventud en especial, pero la sociedad en general, se cuestione sobre las identidades que hombres y mujeres aprendemos y reproducimos diariamente. Desde varios ámbitos y con conocimientos previos de lo que era el RiotGrrrl, estudiantes de sociología, ingeniería, comunicación, derecho, antropología, unieron sus ideas, ganas y fuerzas para organizar un evento, inspirado en otros Ladyfests, que recogiera diversos estilos musicales, fotografía, documentales, charlas, fanzines.


De las intuiciones

Lineins Brookes+Féminasfestivas/Cali

Muchas cosas me convocaron a ir al Ladyfest… Siempre me he sentido Riot. Desde la a-dole-escencia me ha gustado L7, Bikini Kill, Breeders, Babes in Toyland. Esas nenas me regalaban una energía áspera... Las había olvidado y el Ladyfest me ayudo a encontrarlas de nuevo. También la sensación de hallar un feminismo que me representaba. Un activismo propio.


D. Peche+Tripulante del viaje Ladyfest/Cali

Fui al Ladyfest porque quería saber qué era el Ladyfest. Qué querían decir, que querían mostrar. Tenía ganas de ver. Conocer el proceso. Me movió la expectativa de acercarme a lo que iniciamos por la red y me gustó el viaje, la transada del bus, la llegada… Fue un viaje de amigas en carretera.


De los aprendizajes

Colectivo ReXiste+ Riot+Otravox zine/ Bogotá

El Ladyfest demostró que hay hombres y mujeres interesadaos en reivindicar el papel de la mujer, apoyar su lucha y vincular sus propias luchas a través de diferentes propuestas, con el objetivo de reconstruir esta sociedad. Es importante porque es un espacio abierto a todaos aquellos que buscan una manera alternativa de generar resistencia y conciencia frente al sistema patriarcal y capitalista, mediante expresiones culturales y planteamientos ideológicos que tienen como finalidad visibilizar a la mujer principalmente, pero también a aquellos sectores sociales víctimas de algún tipo de discriminación.


Knde+RioT/ReXiste/RevueltaFeministaZine

Demasiados aprendizajes. De cada mirada, cada sonido, cada palabra, cada baile, cada silencio… De cada puño en alto aprendí que tenemos la fuerza y las ganas necesarias para hacer nuestros sueños realidad. Sólo nos queda seguir con este proyecto adelante, que el Ladyfest se siga haciendo en muchas ciudades.

Alejo+Rexiste+Coordinadora Anarko Punk/Bogotá

Este festival musical, contracultural, artístico, fotográfico, de unidad y resistencia, refleja que el camino de la unidad y la solidaridad entre hombres y mujeres está más vigente que nunca. Que existimos quienes combatimos desde lo alterno, por fuera del sistema de penas y castigos. Que luchamos por un mundo menos encadenado.

Lineins Brookes+Féminasfestivas/Cali

Me gustó mucho la organización. La puesta en escena anarca, horizontal y fresca. Presentar el trabajo que llevábamos fue una chimba. Pudimos decir lo que se nos dio la gana y como se nos dio la gana. Teníamos una experiencia en conjunto y pudimos ponerla en discusión con gente que nos quería escuchar. La Judith Battory me mato con su boletudo estilo violento-intimidante. La adoré de principio a fin (hasta me alcanzó para aguantarla borracha). Me sentí orgullosa de nosotras, de poner por allá el video que hicimos. Me acuerdo que le aportamos mucho a ese evento como mujeres locas, vagabundas y sin patrones. Y lo rico que la pasamos juntas buscando dónde quedarnos, cositas varias en los pulgueros y comida barata.

D. Peche+Tripulante del viaje Ladyfest/Cali

Sentía que había algo moviéndose bajo tierra. Muchas ganas de hablar, de autogestionar. De crear contracultura. Todo sucedía a la vez. Los foros, la muestra de fanzines, la música, la comida. Era un sitio de encuentro. Se tejían redes, se difundían saberes. Fue bastante libre. A mí me gustó mucho. Sentí que algo se estaba moviendo, que algo se estaba formando y que era chévere.


De los sonidos

Colectivo ReXiste+ Riot+Otravox zine/ Bogotá

Sonó a rap, a hip hop, a punk, a hardcore, a reggae, a metal, a rock, a gritos, a risas, a silencios, a riot grrrlz, a preguntas, a respuestas! Era un sonido muy particular. Sonaba a muchas voces. Otrax vocex!


Knde+RioT/ReXiste/RevueltaFeministaZine

 El poder de la música, los acordes rápidos, las ondas fuertes, las palabras conscientes, los gritos desesperados por un cambio, el sudor y los cuerpos cansados de saltar y bailar al ritmo de voces llenas de esperanza.

Lineins Brookes+Féminasfestivas/Cali

Sonaba a muchas voces hablando al tiempo. A punk-rock. A las Insurgentas, Feromonax y Emancipazión. A la banda de Death metal feminista y la chica de vozarrón desgarrador que tenía un performance re áspero que denunciaba la violencia contra la mujer.

De los olores

Knde+RioT/ReXiste/RevueltaFeministaZine

Olía a revolución, a rabia, a inconformismo y a cambio. Nunca olvidaré la satisfacción de ver hombres tan comprometidos como nosotras, de lograr unir en un mismo espacio personas tan distintas con las mismas ganas de cuestionar y reconstruir nuestras realidades.


Colectivo ReXiste+ Riot+Otravox zine/ Bogotá

Olía a muchas cosas: a rosas, a aguepanela, a maletas con 20 horas de viaje, a cholado, a playa, a comunas, a lenguajes, a acentos, a corazones abiertos, a amor. A manos amigas, a manos hermanas, a muchas mujeres, a mezcla de culturas, de pensares, saberes, gustos. Oliaaaaaa a lo que puede oler un ladyfest: a una mezcla hermosa.


Del Futuro

Knde+RioT/ReXiste/RevueltaFeministaZine

Mujeres, hombres, adult=s, jóvenes, niñ=s, hardcorer=s punker=s, metaler=s, hip-hoper=s, bogotan=s, costeñ=s, caleñ=s, paisas, una variedad increíble de personas participaron en el primer Ladyfest. Todas comprometidas con la resistencia, con la lucha contra el patriarcado, con la lucha feminista, compartiendo nuestras ideas, apoyando el proyecto que como Riot grrrlz lanzamos en la capital colombiana. Esta experiencia fue lo suficientemente especial como para que nuestras compañeras del colectivo Cadenas y Rosas de Barranquilla hicieran su propio festival… Y en agosto de 2009 haremos la segunda parte de esa revolución feminista que estamos organizando.


Colectivo ReXiste+ Riot+Otravox zine/ Bogotá

El futuro: todo, junto con el presente.

Sentimos a las Riot Grrrl como una propuesta política desde la que podemos construirnos y en la que le apostamos a un cambio que parte de adentro hacia afuera, de lo íntimo a lo público. No creemos en seguir los pasos ya dados. Queremos inventar nuevos pasos, tomar otros caminos, respirar otros aires. Creemos que al trabajar con dedicación, amor y Feminismo Autónomo, que es desde donde nos renombramos en Rexiste, cosecharemos bien mañana. Hay muchos planes que se cocinan, otros ya están saliendo del horno, algunos están por inventarse.


Palpitaciones para las chicas disturbio

Sí, las chicas se están cabreando: reivindicamos nuestros cibersueños, nuestras alucinaciones compartidas. Podéis quedaros con vuestra sangre y vuestro gore, lo que nos importa a nosotras es cómo hacernos con el ciberespacio para salir del cadáver viejo, decadente, seducido, aducido y abandonado del patriarcado falo y logocéntrico: los escuadrones fálicos de la muerte, la falocracia, con su cuerpo de militantes hinchado de silicona, geriátrico, materialista y su 'otro' femenino anexionado e inventariado. Las chicas disturbio saben que se merecen algo mejor

Rosi Braidotti5.


Las palpitaciones del corazón son un puerto para lanzarse a la incertidumbre de la búsqueda. Ya partimos. Del ciberespacio y sus posibilidades de transfiguración y activismo, a los puertos vibrantes del Ladyfest 01… Y en un año hemos mutado, pulsado nuestras propias historias feministas. Nuevos lugares para reinventarnos y organizarnos. Nuevos relatos feministas se deslizan cada noche por los ecos de fantasía de otras mujeres, que también siguieron sus latidos y nos transformaron para siempre. Ahora lo escucho palpitar: las feministas de mi generación están preparando el riot. Un riot florecido y rebelde que explota en las esquinas de ciudades y corazones. El riot de las mujeres es un rizoma que ya expulsa sus propios ecos. Seguimos el viaje.


1Beatriz Preciado. Feminismo PornoPunk, en: http://beatrizpreciado.com/blog/
2 Kathleen Hanna, cantante de Bikin Kill explica que el término “riot grrrl” nació en Washington, en mayo de 1991. Fue tras una revuelta popular en la ciudad, cuando la gente protestaba por un episodio de brutalidad policial. La policía había disparado por la espalda a un emigrante salvadoreño ante varios testigos, asegurando luego que se había resistido a un arresto. Por lo visto, una artista local, Jean Smith, miraba los disturbios por televisión cuando dijo: “We need a girl riot, too…”. Allí estaban Allison y Molly, de Bratmobile, que decidieron bautizar así un fanzine”. Víctor Lenore. Riot Grrrl- grite con ellas, en: http://www.rebelion.org/hemeroteca/cultura/040126vl.htm
3Lia Cigarini. La política del deseo. Icaria, Barcelona, 1995.
4Gracias a Vivi Grrrl, Alejo y el parche ReXiste, Knde (desde Francia), Fermonax, Greta (desde Tennessee), Brookes, la Peche y todxs quienes respondieron con cariño y solidaridad la entrevista digital.
5Rosi Braidotti. Un ciberfeminismo diferente, en: http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1537


Sylvia Plath: poesía de los bordes


Edge//Realizadora: Lina Gaitán


Por: Nathalia Castro Gómez*

La adaptación de la directora neozelandeza Christine Jeffs sobre los últimos años de la vida de Sylvia Plath (Boston, 1932-Londres, 1963) comienza con uno de los muchos renacimientos que experimentó la poeta norteamericana: la concreción del ideal del amor. Hace apenas un año había llegado a Cambridge después de una extenuante y brillante trayectoria académica ligada a la experimentación del amor; un amor que buscaba ser moderno, con la libertad necesaria para el ejercicio literario y la independencia económica, confrontado con los requerimientos que el amor tradicional tenía para las mujeres de la década del cincuenta: matrimonio y maternidad. A simple vista, “Sylvia” podría parecer el drama de una muchacha enamorada, celosa y obsesiva, valores que han configurado la identidad y los imaginarios de género, pero basta seguir el rastro de la vida y las palabras de la poeta para descifrar lo que yace oculto detrás de cada desgarramiento y vuelo literario, de las muertes y renacimientos de una mujer cuyo trabajo fue ampliamente reconocido después de su suicidio; tal vez, como señala la biógrafa Linda A. Wagner, porque una vez muerta al fin era una mujer a quien el mundo crítico aprobaría: quieta, mansa, por fin dejaba de ser una amenaza1.

Conocer a Ted Hughes era una fantasía amorosa realizada, un nuevo renacer para Lady Lázaro, la amante de la muerte que hace tres años, frustrada por las críticas a su obra, los hilos invisibles de dominación que sujetan el amor, la culpa generada por la insumisión a los mandatos del género, la soledad del verano en casa de su madre y el rechazo para hacer un curso de creación literaria en Harvard, había dibujado cortes en sus piernas que devinieron en un tratamiento secreto de electroshock, un nuevo intento de suicidio y una temporada en la clínica Mc Lean de Belmont a donde llegó sin poder leer ni escribir. Tal vez por eso y no por construir una biografía amorosa alrededor del poeta Hughes, la película de Jeffs, acompañada por un hermoso trabajo fotográfico (John Too) y sonoro (Gabriel Yared, también compositor de las bandas sonoras de Cold Mountain y La vida de los Otros) intimista y oportuno, invita al/a espectador/a a conocer los últimos siete años de la vida de la poeta; un vertiginoso viaje por el amor, la maternidad, la literatura, el éxito, la soledad y la muerte.

Entre lo tradicional y lo moderno

Transgresora, perfeccionista, amante sincera y rigurosa de las palabras, Sylvia Plath experimentó durante toda su vida, en términos de la antropóloga feminista Marcela Legarde, la “escisión vital” entre la zona tradicional y moderna de la subjetividad de las mujeres2, entre los roles de género impuestos y los que deseaba trazar. En la película vemos como rápidamente Sylvia instala a Ted Hughes en el centro de su subjetividad y aplica toda la disciplina aprendida durante la infancia y adolescencia en el éxito de su amado: transcribe y busca que sus poemas sean publicados y premiados, porque en la concepción tradicional del amor los otros siempre son prioritarios para las mujeres. En efecto, Ted asciende poderosamente mientras Sylvia debe ser esposa, poeta, profesora, ama de casa y madre. Su cuerpo y su pluma están secos. Sylvia poeta corre el riesgo de ser devorada por Sylvia esposa de Ted Hughes.

Mujeres sospechosas

Pero ella creía en su obra y en 1960 publicó un libro de poemas: El Coloso. Su batalla por el reconocimiento en un universo protagonizado por “hombres de letras” estuvo acompañada por la obra de escritoras que como Virginia Woolf y Anne Sexton -también suicidas- fueron “mujeres sospechosas”; voces de mujeres hablando a partir de su experiencia para contar la vida de otras mujeres a través de estilos particulares que constituyeron una literatura feminista. El aborto, la maternidad -bella y siniestra-, la infancia, la relación con la madre y el padre, el papel de la mujer en el matrimonio, la estructura familiar moderna, la vida y la muerte fueron los temas de los últimos poemas de Sylvia compilados en Ariel, un libro póstumo que Ted Hughes alteró suprimiendo algunos poemas y cambiando el orden cuidadosamente trabajado por Sylvia.

Christine Jeffs  realizó “Sylvia” a pesar del rechazo de la primogénita y heredera de los derechos de la obra de su madre Frieda Rebecca Hugues. Este desafío, que invita a la libre circulación de las ideas,  retrata la fase literaria más importante de la escritora: los instantes poéticos estremecedores que sucedieron a la separación de Ted Hughes después de su infidelidad con Assia Wevill.

Poemas de octubre

Para Sylvia la separación representa el fracaso del ideal del amor y el eterno retorno a su propia historia de vida: la de una mujer sola sacrificada por sus hijos/as como Aurelia Schober, su mamá, quien quedó viuda el 5 de noviembre de 1940 cuando Sylvia tenía nueve años. Pero el dolor de Sylvia no es anónimo, es nombrado y exorcizado a través de la palabra. Una vez sola la poeta encuentra su propia voz y escribe sus mejores poemas: DaddyLady Lázaro, Borde. Después de muchos años de rigurosa vida académica y lucha por alcanzar el éxito a bordo de la montaña rusa de la depresión, Sylvia Plath escribía sobre su propia vida y sentimientos. Hasta entonces, su ex esposo hacía listas de temas sobre los que la poeta podía escribir como forma de “contribuir” con los bloqueos literarios que generaba la vida cotidiana; una vez libre de la vigilancia de Ted Hughes, Sylvia Plath “asume la independencia y libertad que su cultura había intentado negarle”. Sus últimos poemas, a los que llamó “poemas de octubre”, son brillantes y mordaces: hablan de la muerte y cuentan su vida como poeta, madre y esposa; es vengadora como Medea, es Lady Lázaro, una mujer que ejerce bien su profesión (el suicidio) en una sociedad que permite a las mujeres muy pocas distinciones y como tal, merece reconocimiento: “Morir es un arte, como cualquier otra cosa. Yo lo hago excepcionalmente bien”.


La mujer alcanzó la perfección

Su poesía marginal, feminista y subversiva expone temas considerados tabú acerca de la vida de las mujeres que la poesía norteamericana de los años cincuenta no estaba interesada en nombrar. Esta resignificación implica un desafío a los discursos masculinos de la primera mitad del S. XX y como tal, no es bienvenida. Howard Moss redactor jefe del departamento de poesía de The New Yorker, Judith Jones, editora de Knopf y Elizabeth Lawrence, editora de Harper y Row rechazan sus poemas justo cuando Sylvia Plath sentía latir con ímpetu su identidad como escritora.

Los últimos meses de la vida de esta poeta estuvieron marcados por el rechazo de su obra unido a la frustración amorosa en un escenario cubierto por la nieve: después de vivir un año en Devon Sylvia había decidio regresar a Londres con Frieda y Nicholas, su hija e hijo. Pensaba que allí encontraría reconocimiento, vida cultural y educación para los pequeños. Pero los planes fallaron y la poeta se encontró sola en uno de los inviernos más voraces de la historia de Inglaterra. De repente hay cortes de electricidad, la gripe se alberga sucesivamente en su cuerpo, toma somníferos y otra vez depende del psiquiatra.

Después vino el suicidio:

La mujer alcanzó la perfección
Su cadáver lleva puesta la sonrisa de la
Realización
La ilusión de una necesidad griega
Fluye por los plieges de su toga.
Sus pies descalzos parecen decir:
Hasta aquí hemos llegado, se acabó.

Sylvia Plath alcanzó una autoridad literaria feminista reinvindicando su propia voz y experimentando los costos de ese desafío. Su vida contiene múltiples facetas: la tensión entre los mandatos tradicionales del amor y la necesidad de habitarse, el compromiso político antibelicista, la disidencia poética, la relación con otras mujeres que contribuyeron a formar su carácter, la cercanía con la obra literaria de otras escritoras, la relación con un padre científico, amoroso y riguroso que murió cuando todavía era niña; la relación con una madre cariñosa hija de la moral de su época con quien mantuvo correspondencia hasta el final de su vida, la experimentación sexual y amorosa, la maternidad y el suicidio. A todas estas podríamos hacer un acercamiento feminista y seguir respondiendo preguntas sobre mujeres que como Sylvia Plath, Virginia Woolf, Anne Sexton y Adela H. erigieron una literatura de los bordes fracturando las identidades, roles y normas hegemónicas del género.

*Escrito para el ciclo Mujeres y Palabras//Cineclub feminista Cinematria//30 de marzo de 2009.
1Linda W. Wagner-Martin. Sylvia Plath. Circe, Barcelona, 1989.
2 Marcela Legarde. Claves feministas para las negociaciones en el amor. En Cuadernos inacabados, Editorial Horas y Horas



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