"A esa criatura no le gusta ganar obedecer ni mandar, ni
triunfar ni perder, sino vivir abandonada, produciendo más de sí misma, y
sintiendo el bienestar de la autoregulación y la armonía; no le gusta poseer
sino derramarse, no le gusta hacerse importante, sino deshacerse entre los
demás; sabe que es delicioso poder confiar incondicionalmente y dejarse llevar.
Que vivir pudiera ser ese dejarse flotar y amar" Casilda Rodrigañez