Puede que mi [abuela] y yo seamos
cyborgs, pero además, mi relación con la química de su cerebro, con sus
recuerdos, con su cuerpo es como la relación que se establece con una prótesis.
El lugar donde desarrollo esta identidad protésica es mi comunidad hipotética
en el ciberespacio.
Theresa M. Senft
Así las sombras el amor enmudece.
Las palomas se rascan el corazón
sobre el cobertizo de un hospital sin nombre
De repente vuelan, como empujadas
por el sol, hacia el cielo de una ciudad gastada con los años,
con el acelere del miedo, con
historias secretas, perdidas para siempre en un andén del centro.
Mientras tanto, ella acaricia sus
olvidos,
Me mira desde algún lugar del
tiempo, con sus tristes ojos grises.
Su boca, detrás de una careta de
oxígeno, sonríe, acaricia, mima, como en la infancia de patios de guayabas y
gallinas con corazones enormes.
Acaricio sus manos, su piel
agrietada.
Me reconozco en ella; en la forma de
las piernas, en el signo del zodiaco,
en el amor por la gente, por los
animales, por la comida, por el humo azul que endulza las palabras.
Su pecho sube y baja como marea
mecida por la luna,
Me reencuentro en el útero, en mi
antecesora más antigua, en las mujeres que hemos ido siendo.
Ya no peleo con las que no quiero
ser, acaricio sus sombras y las mías, tal vez los ríos del tiempo si nos hagan
más sabias, nos permitan soltar y hacer la vida con tranquilos movimientos.
Las palomas revolotean, escucho sus
golpeteos en el centro del vientre,
Hay un eco hueco en algún lugar de
la tierra,
vacío de tiempo, no sabemos si
llegue a alguna parte.
****
La ciudad arde,
la vida arde,
ellas preparan sus valijas,
el amor se estrelló contra un vidrio
estriado por el afán de la tarde.
La máquina se detiene.
Les despido con siembras de orégano
en menguante, con amor saltando del pecho, con colores regados por la
casa…”otra forma de llegar a los renacimientos”.
La muerte, profunda y ensoñada, la
muerte dolor, la muerte necesaria, la muerte ausencia, la muerte como un nuevo
lugar para ella, florecida y acuática, fresca, luminosa, tierra, agua, naranja,
luna mutable.
El universo expande su cauce. Lista
para el viaje, ahora su energía flota libre y se instala en el aire.
Las tardes rodarán y mañana seremos
otras, con nuevos adioses, con otras pieles, con toda esta memoria de vientos y
cariños, memoria infinita, memoria que se celebra, memoria que se descifra y es
tiempo y es azar y es certeza de habitarnos.